A veces pienso que soy como un niño, al menos en cuanto a emocionarse. Una de las cosas que me llena de ilusión, me motiva y me dibuja una sonrisa en la cara es ver un despegue. No deja de asombrarme la grandiosidad de la mente humana, creadora de máquinas, los aviones, capaces de volar no solo transportando su propio peso, sino también el del combustible, el del pasaje y el de la carga.
¿Eres como yo? Entonces te gustará este post.
Avioneando 